El evangelio del quinto domingo de Cuaresma tiene como protagonista a Jesús, que se presenta a sí mismo como «la resurrección y la vida» ante unas desconsoladas, Marta y María, por la muerte de su hermano Lázaro. Es más, el evangelista señala que le dijeron a Jesús «el que tú amas está enfermo», por lo que era alguien muy cercano al Señor.
Pasajes como éste, en la que se nos dice que Jesús ama a alguien concreto, nos ayudan a ver la dimensión tierna, amorosa, tan humana del Señor. Lejos de verle como alguien frío y calculador, el evangelio de San Juan 11, 3-45 nos pone ante un Jesús que ama, sufre, llora, tiene amigos, se compadece y, ciertamente, no desea la muerte de nadie. Incluso que, siendo todopoderoso en tanto Dios, permite la muerte para luego mostrar algo más grande: la resurrección.
En esta ocasión, el vídeo ha sido grabado a las afueras del Santuario de Nuestra Señora del Pilar, ubicado en Zaragoza, España, a fines del mes de enero de 2020, cuando retornaba de la peregrinación que hice a Lourdes. Hicimos una parada para comer, y aprovechamos a grabar varios vídeos del Evangelio.
Me hubiese gustado muchísimo poder grabar dentro del templo, pero aquel día hacía mucho frío pero con buen sol, lo que aumentó la presencia de peregrinos y turistas en el interior. A ello se le unía la dificultad de que se estaba celebrando la Santa Misa, y con varios sacerdotes confesando a los fieles. No habría sido nada apropiado grabar así sin más. Quizá en otra ocasión logro hacer un vídeo como el que hice sobre La Sagrada Familia de Barcelona.
Mucho ánimo por la cuarentena que estamos teniendo estas semanas, y las que puedan venir. Que el Señor nos ayude a que le saquemos el máximo provecho posible. Nos vemos la próxima semana, con más vídeos. 😉