La expansión del coronavirus por distintos países del mundo ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a calificar dicha situación de «pandemia». Ello con el objetivo de que las autoridades tomen cartas en el asunto, y se tomen las medidas sanitarias que hagan falta para frenar dicha expansión.
Por su parte, la Iglesia Católica ha seguido atentamente el análisis de los expertos sobre el avance del covid-19, y ha procurado dar unas pautas para que se eviten los contagios entre sus fieles, especialmente los que están en la «edad de riesgo». Por eso, las diversas Conferencias Episcopales han emitido una serie de normas que, desde hace una semana, se han ido publicando en sus respectivos países, pero como era de esperar, no han recibido una acogida uniforme por parte de los creyentes. 😕
En líneas generales, son las siguientes:
- Suspender las catequesis presenciales, charlas, encuentros formativos, actos de devoción, retiros, conciertos, conferencias o eventos de carácter similar en templos y dependencias diocesanas.
- Seguir la celebración de la Eucaristía en familia por radio, televisión o internet. Las personas con enfermedades crónicas, ancianas, debilitadas o con riesgo potencial, y quienes conviven con ellas, se abstengan de acudir a la celebración de la Eucaristía. Salir de casa lo menos posible.
- Las celebraciones habituales de la Misa pueden mantenerse, evitando la concentración de personas. Durante este tiempo cada Obispo puede dispensar del precepto dominical a quienes no participen presencialmente en la Eucaristía por estos motivos.
- En los funerales y exequias, se recomienda que participen únicamente los familiares y personas más allegadas. Otras celebraciones deberán posponerse. Las procesiones de este tiempo han de suprimirse.
- De manera extraordinaria, se debe dar y recibir la comunión en la mano. Quienes distribuyen la comunión deben extremar el cuidado en la desinfección de las manos. Se omite el rito de la paz, o se hace evitando el contacto físico.
- El sacramento del perdón podrá celebrarse en espacios o ámbitos que aseguren la intimidad y la distancia de seguridad recomendada por las autoridades sanitarias.
La reacción negativa de parte de algunos católicos se ha dado en razón del punto número 5: la comunión en la mano. Basta con echar un vistazo a los comentarios que han hecho a mi vídeo para ver lo mal que se lo han tomado, citando la Biblia o cualquier otro argumento, cuando en el fondo es algo simple: no quieren obedecer. «Satanás puede ponerse el manto de la humildad, pero no es capaz de vestir el manto de la obediencia, y es aquí donde se revela toda su maldad» decía Santa Faustina Kowalska (Diario 939), y qué razón tenía.
Pero bueno, paciencia y buen humor, ante todo. No dejéis de ir a las fuentes oficiales de información, y que Dios nos ayude a cuidar de él, cuidando también del hermano. 🤗